Tipos de Terapia

individual

La terapia individual es un espacio íntimo y confidencial donde la persona se abre a su propia experiencia, facilitando un proceso de autoconocimiento. A través del vínculo con el terapeuta, se exploran bloqueos emocionales y conflictos, permitiendo una comprensión liberadora. Enfocada en el presente, la persona asume la responsabilidad de sus pensamientos, emociones y acciones, descubriendo su potencial, y aceptando su verdadera esencia con mayor espontaneidad.

Pareja

Una crisis de pareja revela expectativas incumplidas que generan exigencias y culpabilización. Con el tiempo, el compromiso puede verse afectado y necesitar un reajuste. La terapia de pareja ayuda a tomar conciencia de los patrones de comunicación, relaciones de poder y modelos familiares heredados, permitiendo un compromiso más libre de expectativas. Este proceso fomenta la aceptación de la otra persona por su singularidad, favoreciendo un vínculo respetuoso y amoroso.

Familiar

El sistema familiar no solo genera problemas, también puede ofrecer soluciones. La terapia familiar no se enfoca en un solo miembro, sino en todas las interacciones dentro del sistema. Todos los miembros contribuyen tanto a la disfunción como a la sanación. La terapia expone roles, lealtades, tabúes y vínculos familiares, y promueve la individuación. Al participar activamente, la familia facilita la reparación y desculpabilización del miembro que expresa los síntomas, reconociendo la responsabilidad compartida en el problema.

GRUPal

La terapia grupal refleja dinámicas familiares y relacionales que han moldeado nuestra forma de ser. En el grupo se reproducen estilos de relación, ofreciendo un espacio para explorar nuevas formas de interacción. El encuentro con otros permite compartir conflictos y crear una red de apoyo, superando la idea de ser víctima aislada. A través de las interacciones y proyecciones, el grupo ayuda a tomar conciencia de patrones disfuncionales y potenciales, abriendo un espacio de reparación y decisiones responsables sobre cómo enfrentar la vida.

 

Infancia y adolescencia

Niños, niñas y adolescentes acuden a terapia para aliviar situaciones de sufrimiento, como acoso escolar, trastornos del sueño o alimentación, ansiedad, depresión o eventos vitales complicados. La terapia les ayuda a expresar y comprender sus emociones, reduciendo el sufrimiento y la culpa. Con niños y niñas se trabaja a través del juego, lo simbólico y la expresión libre, mientras que con adolescentes se emplea también la palabra y la narración directa, en un espacio de confianza y límites claros, acompañados por una persona adulta.

¡Continuemos con el viaje,
los faros nos guían!