Qué hacemos

La Terapia Gestalt entiende la experiencia psicológica humana como una continua interacción entre la persona y su entorno. Se trata de un delicado equilibrio entre nuestro medio interno y el mundo que nos rodea, en una continua danza de contactos y retiradas.

La autorregulación organísmica es nuestra guía, un saber que integra cuerpo, emoción y mente en un todo que nos lleva a tomar conciencia de nuestras necesidades, desde las más concretas y prácticas hasta las más profundas e íntimas, las que le dan un sentido personal a nuestra existencia.

Podemos ver que a lo largo de nuestra vida, por diferentes motivos, muchas necesidades, experiencias y relaciones pueden quedar sin cerrar, inconclusas, pendientes, causando gran sufrimiento, sensación de impotencia, rabia, etc.

Un camino fértil hacia la capacidad de vivir el presente

Hacerse responsable de uno/a mismo/a

Recuperar la espontaneidad

Desde la Gestalt se trabajan estas heridas poniendo énfasis en el presente; cómo pensamos, sentimos y actuamos aquí-ahora eso que nos sucedió en el pasado.

Este proceso, que valora más el “cómo” que el “por qué”, nos da la oportunidad de desarrollar un Darse cuenta que supone la integración de nuestras vivencias en una experiencia diferente y transformadora. Un camino fértil hacia la capacidad de vivir el presente, hacerse responsable de uno/a mismo/a y recuperar la espontaneidad.

Nuestro equipo

¡Conócenos!

Equipo colaborador

Compromiso con la ética y responsabilidad en la práctica terapéutica del equipo de Argian

Todas las personas que hacemos parte de Argian estamos comprometidas con la ética y la responsabilidad en la práctica terapéutica. Este compromiso busca promover espacios seguros, de confianza y respeto en la relación profesional o de acompañamiento.

Concretamente, el equipo de Argian está adherido al código ético de la Asociación Española de Terapia Gestalt (AETG). Además, garantiza la supervisión continua del equipo de profesionales por personal acreditado a tal efecto. Cada persona del equipo y/o colaboradora está comprometida con una revisión continua de su práctica terapéutica (o de acompañamiento) con el fin de procurar una conducta ética en todo momento. Y, por último, el equipo de Argian participa en espacios de formación continua en torno a la ética y responsabilidad terapéutica para procurar una reflexión permanente que mantenga vivo el compromiso.

Nuestro centro

Terapias

La Terapia Gestalt entiende la experiencia psicológica como una interacción constante entre la persona y su entorno, equilibrando nuestro interior con el mundo externo. A través de la autorregulación organísmica, integramos cuerpo, emoción y mente para tomar conciencia de nuestras necesidades, desde las más prácticas hasta las más profundas. A lo largo de la vida, algunas de estas necesidades quedan inconclusas, generando sufrimiento.
La Gestalt trabaja estas heridas en el presente, enfocándose en cómo pensamos y sentimos aquí y ahora, ofreciendo un camino hacia la integración, la responsabilidad personal y la recuperación de la espontaneidad.

El enfoque sistémico ve a las familias como sistemas abiertos con límites flexibles, lo que facilita el crecimiento de sus miembros. Esta flexibilidad permite que el sistema mantenga su identidad y ofrezca pertenencia, al mismo tiempo que fomenta la autonomía individual.
Cuando uno de sus miembros desarrolla un síntoma, se considera que refleja un problema en todo el sistema. La familia a menudo canaliza sus conflictos hacia un miembro para intentar recuperar el equilibrio. El enfoque terapéutico aborda estos conflictos confiando en la capacidad de cambio del sistema. Actualmente, la terapia familiar sistémica permite también el abordaje individual de estos conflictos, reconociendo que el cambio en una parte afecta al sistema completo.

Durante siglos, el cuerpo ha sido visto como una máquina separada de la mente, lo que fragmenta nuestra experiencia como seres humanos. El trabajo corporal reconoce que el cuerpo refleja nuestra historia personal y que las emociones bloqueadas se manifiestan en tensiones y rigideces, creando patrones posturales defensivos.
Al trabajar con el cuerpo, se accede a esas emociones de manera más directa, promoviendo un proceso de reconexión a través de técnicas corporales y respiración.
Esto permite recuperar la armonía entre sentir y pensar, logrando una experiencia más consciente y plena del propio ser.

La Arteterapia Gestalt utiliza el arte como herramienta de transformación, empleando diversas formas de expresión como la pintura, la escultura, el movimiento corporal, la escritura y el teatro.
Este proceso permite a las personas ser protagonistas de su propio camino, liberando tensiones y esquemas mentales rígidos. Crear permite expresar emociones, fantasías y conflictos, ayudando a liberar el estrés y descubrir nuevos caminos para la vida.
A través de la obra, nos vemos a nosotros mismos y encontramos maneras de integrar aspectos de nuestro carácter, conectando con nuestro yo más auténtico.

La Musicoterapia Gestáltica es una forma especializada de intervención terapéutica que combina los principios de la Gestalt con el uso intencionado de la música.
Se basa en una perspectiva fenomenológica que pone énfasis en la experiencia presente y en la forma en que la persona percibe y da sentido a su realidad. La experiencia inmediata es el punto central, desde donde se busca que la persona tome conciencia de sus sensaciones, emociones y pensamientos en el aquí y ahora, utilizando la música como un catalizador para conectarse con su vivencia interna.
La música, como lenguaje universal e íntimo, nos acompaña desde los latidos maternos, hasta las melodías que nos conmueven. Sus ritmos, melodías, timbres y armonías impactan profundamente en nuestro cuerpo, emociones, intelecto y espíritu, ofreciendo un canal de autoexpresión que facilita la integración emocional.
En momentos de estrés, abandono o duelo, la musicoterapia gestáltica ayuda a procesar y canalizar los sentimientos de manera más profunda. Su poder único posibilita el acceso a dimensiones de la psique que otras técnicas psicoterapéuticas no alcanzan, brindando un espacio de acompañamiento humano y empático.

¡Continuemos con el viaje,
los faros nos guían!