Este espacio permite a profesionales de la psicoterapia, psicología y acompañamiento humano abordar temas de su práctica diaria, expresar inquietudes y profundizar en las dificultades que surgen en el proceso terapéutico.
A partir de la figura de Quirón, el “Sanador herido”, se traza un paralelismo con la terapia Gestáltica, donde el autoconocimiento del terapeuta es clave.
La experiencia personal del terapeuta mejora su empatía, percepción y capacidad de escucha profunda, lo que enriquece el proceso de sanación del paciente.
Además de profundizar en técnicas terapéuticas, se realizarán prácticas de percepción y escucha profunda, junto con lecturas y visionado de películas para comprender aspectos emocionales, psicológicos y familiares.
También habrá diálogos y análisis personales para mejorar la claridad en las sesiones terapéuticas.
Requiere afinar nuestra sensibilidad ante la compleja y delicada presencia del dolor y la fragilidad humana.
En definitiva poder asomarnos con una mirada más amplia al misterioso ámbito del encuentro humano, en dirección a un acompañamiento genuino hacia ese ser herido o perdido en ese tramo difícil y delicado de su vida.