Supervisión

ESPACIO DE SUPERVISIÓN

En el mencionado espacio, los profesionales de la psicoterapia, la psicología y aquellos profesionales dedicados al acompañamiento humano, podrán abordar una serie de cuestiones relativas a su quehacer terapéutico cotidiano, expresando sus inquietudes así como poder analizar y ahondar en aquellas dificultades que puedan aparecer en el proceso terapéutico. Partiendo del espejo de la mítica figura de Quirón, el centauro, (maestro de numerosos héroes que pueblan la mitología Griega y que representa el poderoso símbolo del “Sanador herido”), podemos establecer un interesante paralelismo con la visión Gestáltica de la terapia y del terapeuta, donde el propio autoconocimiento y su proceso personal resultan esenciales, más allá de los conocimientos adquiridos. Es la propia escultura vital del terapeuta la que va a permitir un incremento de su capacidad empática, sus canales de percepción y en definitiva su calidad de escucha profunda, favorecedora de la introspección, del mayor conocimiento del paciente y en definitiva enormemente favorecedora de su proceso sanador. Conjuntamente con la profundización en la comprensión de las técnicas terapéuticas, las prácticas de percepción y escucha profunda y una serie de lecturas, así como visionados de películas (encaminados a un incremento de la comprensión de aspectos caracterológicos, dinámicas familiares, aspectos emocionales, psicológicos, etc. ) se desarrollarán asimismo, una serie de diálogos y análisis personales donde poder percibir con mayor lucidez los aspectos esenciales del devenir de las sesiones. Entendemos el proceso terapéutico, precisamente como un encuentro, una interacción humana y humanizadora generando espacios de confianza hacia mayores niveles de conciencia personal y conocimiento. Requiere afinar nuestra sensibilidad ante la compleja y delicada presencia del dolor y la fragilidad humana. En definitiva poder asomarnos con una mirada más amplia al misterioso ámbito del encuentro humano, en dirección a un acompañamiento genuino hacia ese ser herido o perdido en ese tramo difícil y delicado de su vida.