RITUALES DE DESPEDIDA EN TIEMPOS DE LA COVID-19
RITUALES DE DESPEDIDA EN TIEMPOS DE LA COVID-19
Desde de los comienzos de la propia existencia los humanos hemos hecho uso y a la vez necesitado de rituales para ayudarnos a transitar y transmutar en distintos pasajes de nuestra vida. Así, podemos enumerar desde los antiguos rituales de caza, de cambio de solsticio, de sanación, de protección, de cambio de etapa en la vida, hasta los rituales de despedida en la muerte de algún miembro de la tribu o clan.
Pero si en algo nos han servido ha sido en establecer una profunda conexión con aquello que con las palabras y el lenguaje natural no alcanzamos. El lenguaje simbólico es muy personal y particular de cada uno/a. Es nuestro primer lenguaje de comunicación, que mediante símbolos, imágenes, elementos e instrumentos que invocan, representan o identifican, nos permiten expresar y conectar con la realidad, la magia de la vida, el entorno, la naturaleza, el cosmos,… Conectamos, en definitiva, con el alma, que nos acerca al misterio de la vida, que es lo mismo que el misterio de la muerte, trascendiendo el espacio-lugar y tiempo que habitamos.
La realización de rituales, al tener una carga simbólica y emocional, nos permite conectar con el dolor que estamos viviendo, y nos abre la puerta a la toma de conciencia del proceso de duelo.
Sin embargo, la situación especial de confinamiento que nos está tocando vivir nos ha modificado completamente la forma en la que podamos realizar nuestros rituales acordes con nuestra cultura, religión o preferencias, por lo que es necesario buscar o crear las formas que más se ajusten a nuestras necesidades.
Las despedidas al uso no son posibles, las normas de aislamiento nos complican el contacto físico habitual, no podemos tocarnos, abrazarnos, besarnos; hemos perdido la calidez humana que nos consuela y nos recluyen a llevar nuestro dolor en soledad. Las gestiones se realizan de forma individual. La recogida de las pertenecías del familiar, los preparativos con el personal de la funeraria, los tanatorios y cementerios restringen la asistencia de personas, (si la persona fallecida es por COVID-19, no se permite la asistencia a los tanatorios) siendo además un proceso muy rápido, deshumanizado. Todo esto contribuye al inicio de un duelo complicado y sin poder hacer una buena despedida de nuestros seres queridos.
No obstante, podemos encontrar formas de mantenernos vinculados a las personas que nos quieren y queremos. Esta conexión, junto con los rituales personales y sociales, hará posible paso a paso ir integrando lo que ha sucedido y cómo lo estamos viviendo.
RITUALES DE DESPEDIDAS PERSONALES EN TIEMPOS DE LA COVID 19
Cada persona tenemos nuestro propio lenguaje simbólico por lo que es importante primero conectar con lo que yo siento y necesito en este momento. Cuáles son esos actos que me hacen bien para transitar este pasaje, ir al encuentro de mi corazón dolido y hacer consciente el momento que nos está tocando vivir para ir integrándolo poco a poco. Es importante respetarnos cómo nos sentimos en estos momentos, y no forzarnos. Tal vez sintamos que este momento es muy íntimo y tengamos pocas ganas de socializar y compartirlo abiertamente. Estamos en nuestro derecho y es importante también que comuniquemos este deseo a nuestros allegados. Tenemos tiempo para ir realizando nuestros rituales de despedida en la medida en que podamos y necesitemos. De todas formas, en la medida de lo posible, está bien que nos dejemos cuidar por personas que nos quieren de verdad.
- Podemos escribir un escrito o carta de homenaje y despedida a nuestro ser querido. Puede ser en primera
persona, como si estuviera aquí, contándole cómo nos sentimos, recuerdos positivos, sentimientos de
agradecimiento, de disculpas, etc. O también puede ser una carta a una emoción (Rabia, tristeza,…) o a Dios,
a la vida, … - Es interesante escribir un diario donde expresemos lo que vayamos sintiendo cada día, esto nos ayudará a
tomar conciencia por lo que vamos transitando. - Dibujar nos ayuda a expresar cuando sintamos que no nos fluyen las palabras.
- Podemos también, elegir un texto o poema de un autor con el que nos sintamos identificados.
- Todos estos escritos, dibujos,…si nos apetece y así lo sentimos podemos leerlos en el velatorio, y/o si el
personal del tanatorio nos lo permite los podemos introducir en el ataúd, por ejemplo. - Una bonita forma de honrar a nuestro ser querido puede ser construir un pequeño altar en nuestra casa.
Poner unas fotos suyas, velas, objetos que nos recuerden nuestro vinculo, flores,… Un rincón del recuerdo
al cual podemos acudir cuando deseemos estar en silencio con nosotros/as mismos/as, rezar, recordar,
charlar con él/ella, expresar nuestros sentimientos, cómo nos encontramos, cómo vemos la vida a partir de
ahora que no está, cómo te hubiese gustado despedirte,… - Otro bonito acto puede ser, cuando te sientas con fuerza, recopilar recuerdos, fotos, realizar un álbum o
vídeo con los momentos compartidos,… Podemos guardarlo todo en una caja que podemos decorar a nuestro gusto y además pueden participar otras personas de tu familia, los niños/as, o personas allegadas.
Todos estos rituales no tienen un tiempo definido y se pueden prolongar más o menos en el tiempo y podemos elegirlos y adaptarlos a nuestras necesidades en cada momento. Lo importante es que este tipo de actos con su carga simbólica y emocional nos ayuden a conectar con nuestro dolor para ir poco a poco integrándolo.
RITUALES DE DESPEDIDA SOCIALES o FAMILIARES EN TIEMPOS DE LA COVID-19
Más allá de los rituales individuales que necesitemos o queramos hacer, siendo seres sociales, necesitamos abrazar y ser abrazados, besar y ser besados por nuestros seres queridos y allegados, y sobre todo estar cerca de la persona que acabamos de perder, verla, velarla, quizá tocarla por última vez. Honrar y ver cómo otras personas le honran a la vez, escuchar lo mucho que le querían y ver que otras personas también necesitan despedirse, hará que no me sienta solo/a en el inicio de mi proceso de duelo.
Sin embargo, en tiempos del coronavirus todo es diferente y los rituales sociales habituales a los que estamos acostumbrados han de ser adaptados o sustituidos. Las normas son muy restrictivas. En algunos tanatorios, permiten, con la distancia de seguridad y a un número muy limitado de personas, realizar el velatorio. Además, si la persona fallecida es por COVID-19, no se permite la asistencia. Por todo ello, probablemente no le hayas podido dar una despedida tradicional o como hubieras querido. Aun así, sí podemos realizar muchos actos para honrar y despedir a nuestro ser querido: es posible leer una carta, incluir un objeto en el ataúd, poner su canción preferida, etc. y retransmitirlo por vídeo o llamada.
Preparativos previos: Sea cual sea el ritual que se decida hacer, es importante que antes se haga una reunión para compartir cuales son las necesidades de cada uno de los integrantes, ya que pueden ser diferentes, y lo mejor es que se pueda llegar a un acuerdo, siendo flexibles. En la situación actual de confinamiento esta reunión puede realizarse vía Whatsapp, video llamadas, etc., en la que cada persona pueda expresar lo que le gustaría hacer en una posible ceremonia virtual. El objetivo es hacer algo sencillo donde todo el mundo se sienta a gusto, incluyendo a niños, ancianos y personas con discapacidad psíquica.
Entierro o inhumación: si se decide inhumar a la persona fallecida, haya sido o no incinerada, la asistencia al cementerio está muy limitada a muy pocas personas, 4 o 5 a lo sumo. De todas formas, podemos aprovecharnos de las nuevas tecnologías para grabar en vídeo, o incluso retransmitir en streaming, vía internet, ese breve pero emotivo momento. De hecho, ya hay algunas compañías funerarias, tanatorios y cementerios que ofrecen ese servicio por Youtube con un código de invitación privado.
Ceremonia o encuentro virtual: Dada la situación especial que estamos viviendo, las ceremonias religiosas y reuniones colectivas están prohibidas, pero eso no impide que podamos hacer otro tipo de reuniones. Se puede hacer una ceremonia mediante plataformas de internet (Zoom, Skype, etc.) que nos permiten conectar con un buen número de personas donde cada una pueda compartir lo que desee, dando espacio para hacer un ritual compartido. Podemos llevar dibujos, poemas, textos, fotos, cartas, músicas,… con los que podamos expresar los recuerdos y sentimientos. Hacer un minuto de silencio, encender velas mientras se dicen palabras dirigidas a nuestro ser querido fallecido expresando, amor, perdón, gratitud,…
Redes sociales, páginas web y grupos de contactos: Podemos hacer uso de estas plataformas para hacer una última despedida. Podemos escribir a modo de homenaje un texto resumiendo su vida, incluyendo fotografías significativas o sus canciones favoritas. Así, al compartirlo, los familiares, amigos/as y conocidos/as pueden expresar sus condolencias y también compartir alguna anécdota o momento especial vivido, subiendo fotografías, música, etc. Ya hay algunas páginas web dedicadas exclusivamente a este tipo de homenajes que colaboran con las compañías funerarias para ofrecer estos servicios.
Actividad simbólica conjunta: Otra forma de ritual conjunto puede ser realizar un acto coordinado desde la distancia. Se puede realizar una meditación por la persona fallecida para acompañarla en su tránsito, encender velas a una misma hora o una suelta de globos de luz ecológicos que pueden llevar un mensaje escrito.
Es importante que las personas mayores, los niños/as y las personas con discapacidad puedan participar de forma inclusiva en los rituales, explicándoles con naturalidad, de acuerdo a su edad y condición, lo que se va a hacer y la manera en la que pueden participar. Todos necesitamos sentirnos amados y dar amor, ser cuidados y cuidar, sentirnos seguros y aportar seguridad, sentirnos comprendidos, acompañados y respetados en nuestros procesos vitales. Permitiendo que todos los miembros de la familia se sientan integrados y sostenidos en estos momentos difíciles nos ayudará a elaborar una situación en la que sabemos a quién hemos perdido, pero que aún no sabemos qué hemos perdido.
Unai Totorika